Opinión:El Drag en Puerto Rico: Una Lucha por el Arte, la Visibilidad y la Equidad
- REINALIS RIVERA-ADORNO
- Dec 5, 2024
- 2 min read
Updated: Dec 8, 2024
5 de diciembre de 2024

El drag en Puerto Rico no es solo una expresión artística; es un acto de resistencia y valentía. En una sociedad donde la comunidad LGBTQ+ enfrenta obstáculos para lograr ser vistos, el drag se ha convertido en un símbolo de lucha por visibilidad y reconocimiento.
Uno de los elementos más fascinantes del drag es cómo ha trascendido de ser algo clandestino a ser parte del entretenimiento popular, impulsado en gran medida por programas como RuPaul's Drag Race (RPDR). Sin embargo, aunque el show ha abierto puertas y generado una visibilidad para la comunidad drag, también ha expuesto la desigualdad que existe entre las drag queens que participan en el programa y aquellas que, por diversas razones, permanecen en el ámbito local. En Puerto Rico, muchas drag queens tienen que enfrentar una realidad cruda: Lo que se ve en la televisión a menudo no se traduce en oportunidades reales de crecimiento o ingresos justos para las artistas locales.
Artistas como Ariadna Perkins, Lúmina Riviera Rola, T’neesha Ricón y Kaissie Mugler enfrentan retos diarios. Perkins diseña su propia ropa, Riviera crea y vende accesorios, Mugler es bailarina y Ricón combina su arte con otro trabajo. Esto demuestra que, si bien el drag es una manifestación de arte y pasión, para estas personas también implica sacrificios personales, económicos y emocionales.
La escena drag local sigue luchando por ser reconocida. Mientras las “RuGirls”,(aquellas que han participado en el programa de RPDR), ganan mayor prestigio e ingresos, muchas artistas locales aceptan trabajos con la promesa de “exposición”. Esto perpetúa las desigualdades y desvaloriza su arte, lo cual no debería ser así.
El drag requiere talento, dedicación y habilidades diversas. Una drag queen es artista, diseñadora, coreógrafa y activista. En un país donde gran parte de la población vive en pobreza, el drag es una forma de resistencia y liberación. Es fundamental apoyar y valorar su arte, reconociendo que la cultura local es un reflejo de nuestra identidad y riqueza colectiva. Dejar de subestimar lo nuestro no solo enriquece nuestra comunidad, sino que también crea oportunidades para un cambio social real.
El futuro del drag en Puerto Rico depende de cuestionar las desigualdades y respaldar a los artistas locales. No basta con disfrutar del espectáculo; debemos reconocer las historias detrás del escenario, pues solo al valorar su resiliencia se puede impulsar un cambio real que posicione al drag como un fenómeno de cambio social y reflejo de nuestra diversidad y cultura.
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